Una oculta crisis alimentaria en América Latina alienta aún más la migración en el continente
Muchas personas que se enfrentan al hambre en América Latina y el Caribe están emprendiendo peligrosos caminos con la esperanza principalmente de llegar al norte del continente, especialmente a Estados Unidos. El cambio climático, la guerra de Ucrania, la pandemia de COVID-19, la crisis energética y la financiera aceleran esta situación.
“Hoy me gustaría ponerles al día sobre la crisis de seguridad alimentaria que afecta a América Latina y el Caribe, ya que se avecina una crisis oculta que, sin duda, afectará a millones de personas en la región y fuera de ella”, afirmó este martes Lola Castro, directora del Programa Mundial de Alimentos en esa región durante una rueda de prensa en Ginebra.
Según los datos de esta agencia de la ONU, de los 2300 millones de personas que se van a dormir cada noche con hambre o sin la suficiente cantidad de alimentos para desarrollar su vida de manera normal, el 11% se encuentra en América Latina y el Caribe.
Esta situación sobreviene después de que, a finales de 2021, la región mostrara signos de recuperación tras el primer impacto del COVID-19, y el número de personas en situación de inseguridad alimentaria severa se había reducido para entonces a 8,3 millones en los países que cubrimos, frente a los 17,2 millones del momento álgido de la pandemia.
“El efecto dominó de los múltiples fenómenos climáticos, unido a la pandemia en curso y a la crisis alimentaria, energética y financiera vinculada a Ucrania, ha dejado a unos 9,7 millones de personas con necesidad urgente de ayuda alimentaria, sólo en los 13 países en los que trabajamos”, explicó Castro.
Pero según las previsiones del PMA, si no se actúa ahora, es probable que en los próximos meses se eleve a unos 13,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave en esos 13 países. Inflación de los alimentos entre el 11 y el 26%
Para el Programa Mundial de Alimentos, la principal preocupación es el hecho de que millones de personas no pueden acceder a una cesta de alimentos adecuada. Por ejemplo, sólo en los últimos meses, el coste de una tonelada métrica (de productos alimentarios) ha aumentado un 54% en la región.
La canasta básica de alimentos es ahora considerablemente más cara, dejando a muchos sin poder asegurar su ingesta diaria. La inflación de los alimentos en la región oscila ahora entre el 11% y un asombroso 26,6% en algunos países, como es el caso de Haití.
Muchos de los países en los que trabaja el Programa en América Latina tienen una proporción de importación de cereales superior al 50%, lo que significa que producen menos cereales de los que importan. (ONU)