Eduardo Moreira, médico de la institución, explicó que uno de los pacientes fue mordido en una pierna, mientras realizaba tareas de campo.
“Consultó primero en Tranqueras porque era la localidad que tenía más cerca, y luego se lo trasladó a la ciudad de Rivera, dijo el facultativo en rueda de prensa, recogida por el reportero local Marcio Silva.
El otro caso, según detalló Moreira, fue el de un cazador que recibió una mordedura en una mano y que, al igual que el anterior, también fue derivado al sanatorio Casmer de Rivera.
El profesional señaló que ambos se encuentran ingresados en “estado reservado” y que uno de ellos presenta “alguna complicación sistémica de importancia, por lo que seguirá internado”.
El médico recordó que el protocolo de seguimiento de estos casos es de dos semanas, por lo que la situación de ambos se ubica “en el pico” en el que podrían surgir complicaciones.
El doctor Javier Irigoin, presidente de la institución, recordó que el suero antiofídico se almacena en centros de salud de las capitales departamentales. Por ello, recomendó que en caso de incidentes con víboras, y siempre que sea posible, los afectados se dirijan directamente a la capital más cercana.
También indicó que en ninguno de los dos casos se pudo identificar a cuál de las cuatro especies con veneno de importancia médica que hay en el país pertenecían las serpientes involucradas. Sin embargo, recordó que eso no constituye en la actualidad un obstáculo para el tratamiento. “El suero es polivalente, y sirve tanto para veneno de yarará como de crucera” ejemplificó.
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