Los derechos de las mujeres tienen la pollerita corta en las listas electorales

Los derechos de las mujeres tienen la pollerita corta en las listas electorales

La campaña electoral muestra en roles protagónicos a mujeres que se opusieron a la ampliar derechos de las mujeres y de la diversidad sexual, en las listas se expulsaron a feministas y jóvenes o las dejaron en roles secundarios y no abrieron las posibilidades de llegar a las bancas legislativas a personas trans o LGTTBQ.

Argentina es un país pionero, faro y ejemplo en derechos de las mujeres y diversidades de la región y el mundo. Sin embargo, en las listas electorales del 2023, en los discursos y en la campaña electoral se ve un claro retroceso. Y un mensaje todavía peor: el feminismo tiene la pollerita corta y ahora tiene que borrarse del debate público.

No es un ataque por las derrotas, sino por las victorias. Y eso es lo más peligroso. Porque el mayor ataque al movimiento de mujeres y de la diversidad sexual no es por los logros conseguidos, sino por lograr transformaciones sociales, en un mundo en el que los cambios que se proponen son para retroceder -quitar derechos laborales, eliminar derechos jubilatorios, ganar menos, pagar más, dejar de tener moneda nacional, perder garantías democráticas a protestar- y no para sumar más posibilidades de cuestionar al poder (económico, social y político) y tener más poder (propio y colectivo) para vivir más y mejor.

Los derechos conseguidos en tiempo récord -en perspectiva histórica- hacen que un país futbolero ahora tenga pibas que puedan jugar a la pelota en el recreo, en las canchitas de alquiler por horas y en el mundial femenino, que puedan manejar camiones y ser guardias en los trenes las que antes tenían que quedarse quietas en su casa, cobrar una jubilación cuando trabajaron full life como mamás y decidir la maternidad por deseo y no por obligación o por falta de acceso a métodos anticonceptivos.

También son las mujeres (en sus reclamos sociales, sindicales y políticos) las que lograron que los hombres puedan cobrar un plus para llevar a sus hijos a un jardín maternal (con la ampliación a los trabajadores en la reglamentación de la norma para cobrar por el cuidado de hijos e hijas de hasta 3 años) y que ahora se discuta la ampliación de la licencia por paternidad en un proyecto de consenso que puede llevarla de 2 a 45 días.

Las mujeres interpelaron la violencia de género en los partidos políticos y eso les sale caro a pesar que las consecuencias las pagan otras mujeres víctimas de abusos, maltratos y femicidios. Ahora les dicen “Acá no sobra nadie” si se quiere expulsar a un varón cuestionado y ellas son tachadas o relegadas a lugares inferiores o a poca exposición mediática si su pelea tiene marca de género. Además el costo de un lugar relevante es recibir violencia política, amenazas o intentos de femicidio. Un precio demasiado alto en el que el costo es tan alto que a veces ya no hay que correrlas, se corren por los niveles intolerables de maltrato.

Las leyes que mejoraron la vida personal, cotidiana y amorosa lograron que las personas se casen por amor y no por elección sexual y que se vean en el espejo tal como quieren ser sin ser castigadas por la policía o ridiculizadas en una mesa de votación por una elección que tenían que hacer para elegir cargos ajenos pero que no podían hacer para elegir su propio destino. Pero ahora las personas que pueden ir a votar con su DNI autopercibido o no binario no van a encontrar tantas candidatas que sigan profundizando en derechos o representando a quienes no tenían voz.

(INFOBAE)