Gerente General de Salto Grande se refirió a la prioridad en seguridad y monitoreo constante que se llevan adelante en la represa

Gerente General de Salto Grande se refirió a la prioridad en seguridad y monitoreo constante que se llevan adelante en la represa

La represa del municipio de Brumadinho Brasil sufrió una ruptura el 25 de enero del 2019 dejando al menos 60 muertos y 300 desaparecidos. Las lluvias del mes de mayo provocaron que la represa hidroeléctrica 14 de Julio, ubicada entre los municipios de Cotiporã y Bento Gonçalves, en Rio Grande do Sul, el estado de Brasil más próximo a Uruguay, no soportó la gran acumulación de agua de las lluvias y terminó rompiéndose provocando grandes e irreparables destrozos.

PLAN DE SEGURIDAD

En la región, en Salto en particular, se sitúa la represa de Salto Grande, una infraestructura vital prácticamente integrada al entorno de todos los salteños. Por este motivo, CAMBIO optó por entrevistar al Ingeniero Gabriel Sardi, Gerente General de Salto Grande, para indagar sobre los sistemas de seguridad de la represa y los posibles riesgos asociados a una eventual catástrofe en caso de ruptura.

El jerarca dijo que la seguridad de la represa es prioritaria, aunque quizás no sea tan visible como la generación hidroeléctrica asociada a Salto Grande. Sin embargo, desde la concepción del complejo hidroeléctrico, su seguridad ha sido el objetivo principal. Existe un área específica dedicada exclusivamente a este propósito, con un detallado plan de seguridad que abarca inspecciones, mantenimiento y revisiones periódicas, todo orientado a garantizar la seguridad integral de la represa.

MONITOREO TODO EL AÑO

El ingeniero Sardi, explicó que se están aplicando las mejores prácticas internacionales. Además, se realiza un seguimiento exhaustivo de todas las situaciones que ocurren en la región para atender y mejorar continuamente el trabajo. Se lleva a cabo un manejo hidrológico con un alto grado de certeza, evaluando constantemente la situación en la cuenca del río Uruguay los 365 días del año. Se monitorean también las condiciones de otras represas ubicadas aguas arriba del río Uruguay y se elabora un informe sobre el estado del embalse. Todo el equipamiento se encuentra en óptimas condiciones de confiabilidad y credibilidad. Además, se cuenta con un sistema de pronósticos y alertas que permite anticipar la capacidad de afluencia del embalse y gestionarlo de manera oportuna, en tiempo y forma.

DETECTAR ANOMALÍAS A TIEMPO

Cuando se le preguntó sobre la existencia de un protocolo de evacuación y alerta para eventos no previstos, como por ejemplo eventos naturales causados por el cambio climático, el funcionario explicó: «Se han realizado estudios que consideran una variedad de factores. Por ejemplo, se han analizado las medidas a tomar en caso de ruptura de una represa en Brasil, así como el impacto de lluvias intensas, rupturas de represas o crecidas repentinas. Estas situaciones han sido objeto de estudio exhaustivo. Además, contamos con sismógrafos instalados en la represa de Salto Grande, que nos permiten detectar cualquier anomalía a tiempo».

Añadió que también disponen de manuales y planes que detallan cómo gestionar el agua en diferentes escenarios, ya sea en períodos de sequía, crecidas o emergencias. Además, existe un conjunto de protocolos y un Plan de Acción ante Emergencias que establece los tiempos de alerta y los procedimientos de evacuación. Este trabajo se ha desarrollado durante muchos años con el objetivo de estar preparados para situaciones imprevistas».

Desde la puesta en funcionamiento nunca hubo un caso de alerta extrema, hubo situaciones de crecidas importantes pero muy lejos de alerta extremas concluyó el ingeniero Sardi. (DIARIO CAMBIO)