Expectativa por exportar sorgo a China
El sorgo es un cultivo de verano que calza muy bien en las rotaciones, sobre todo, como alimento para el ganado en aquellos suelos en donde el maíz no termina de explotar todo su potencial. Salvo en caso de negocios puntuales, la mayor parte del sorgo cosechado en nuestro país se consume en los propios establecimientos o se coloca en encierros y/o predios cercanos a la propia chacra.
En la campaña 2020-21 se sembraron unas 28.000 hectáreas de sorgo granífero. Para la presente zafra, el Ministerio de Ganadería estima que se sembraron poco más de 21.000 hectáreas, registrando así una caída de casi un 35%.
A su vez, la ausencia de este tipo de mercados de exportación, sumado a una genética que no ha acompañado los grandes avances que sí ha tenido, por ejemplo, el maíz en nuestro país, hizo que muchos productores desestimen esta opción más allá de ser muy positiva en determinados campos y en rotaciones agrícolas.
Para esto, la aprobación de un protocolo de exportación a China es vital. En primer lugar, la habilitación de este tipo de operaciones abriría un nuevo tipo de negocio, y si bien pudiera tratarse de volúmenes pequeños al principio, los consumidores asiáticos podrían probar la calidad del producto.
A su vez, esta cadena podría acelerar los procesos de avance en tecnología de cultivares, y con un cultivo que pudiera estar eventualmente arriba de los US$ 200, o acompañando en un 80% el precio del maíz, hace que el negocio sea mucho más interesante para los productores. El seguimiento de este protocolo ha sido marcado como prioritario por las autoridades de gobierno.
Una de las grandes limitantes para la aprobación del protocolo inicialmente era el sorgo Alepo, algo que se debía restringir por la sanidad del cultivo. Desde autoridades del MGAP confirmaron que, en esta nueva negociación con sus pares chinos, no se puede asegurar la eliminación total del Alepo, pero sí comprometerse a bajarle los niveles de forma considerable.
Por estos momentos, la documentación se encuentra en manos de autoridades chinas, y se espera una respuesta favorable de un momento a otro. Si bien hay plazos burocráticos sobre los que es difícil actuar, hay optimismo de que el protocolo pueda estar habilitado este 2022. Luego hay muchos aspectos a desarrollar que pasan por tecnología, inclusión en rotaciones e interés por el negocio.
Cosecha de esta zafra
Para esta zafra ya se están llevando a cabo las trillas, ya sea en grano húmedo, planta entera o grano seco. La situación productiva, si bien puede ser temprano para evaluar de forma generalizada, es buena. Quitando aquellas zonas donde el déficit hídrico golpeó más, como sucedió con los maíces de primera, fundamentalmente zonas del norte o pequeñas áreas del este, se espera una buena cosecha de sorgo, así como de los demás cultivos de verano.
A la espera del protocolo para exportar a China, con gran avidez por desarrollar un sector agropecuario pujante en todas sus facetas, el sorgo uruguayo espera la chance de salir al mundo con más fuerza.
Fuente: Rurales El País.