Euro Digital: «¿Pérdida de Libertades? Es uno de los riesgos que se corren», advierte el experto Gonzalo Oleggini

Euro Digital: «¿Pérdida de Libertades? Es uno de los riesgos que se corren», advierte el experto Gonzalo Oleggini

El debate sobre el futuro del dinero digital ha llegado a Europa con la fase piloto del euro digital, una iniciativa del Banco Central Europeo (BCE) que genera tanto expectativas como inquietudes.Valor Agregado Norte abordó este tema crucial con la participación de Gonzalo Oleggini, máster en negocios internacionales y consultor, para analizar los alcances y riesgos de esta nueva herramienta financiera.

Oleggini destacó que el euro digital se presenta con múltiples facetas. Por un lado, se vislumbra como un instrumento para fortalecer la soberanía monetaria y aumentar la transparencia en las transacciones. Sin embargo, también se levantan voces que alertan sobre su potencial como sistema de control financiero sobre los ciudadanos europeos.

«Sí, realmente lo es. El euro digital está pensado en muchos sentidos como una herramienta de control», afirmó Leggini al ser consultado sobre el riesgo de que la moneda digital se convierta en un mecanismo de vigilancia financiera. Explicó que al operar directamente con el BCE, se eliminarían intermediarios financieros tradicionales como bancos y tarjetas de crédito, permitiendo un rastreo más directo de las transacciones.

Además del control, Oleggini señaló que el euro digital busca combatir el lavado de dinero, controlar la cantidad de moneda circulante y asegurar que los ciudadanos operen dentro de la economía formal, contribuyendo con el pago de impuestos. También destacó la intención del BCE de incursionar en el espacio digital, compitiendo de alguna manera con las criptomonedas, aunque aclaró que el euro digital no es una criptomoneda en sí misma.

En cuanto al futuro del efectivo, indicó que la implementación del euro digital será un proceso gradual, siguiendo la tradición gradualista de la Unión Europea. Aunque no hay una fecha de inicio definida, se proyecta desde 2021 que coexistirá inicialmente con el billete físico, con la posibilidad de sustituirlo a mediano plazo.

Al analizar la posibilidad de que Latinoamérica adopte un sistema similar, Leggini señaló la complejidad de la región debido a la diversidad de monedas nacionales, a diferencia de la zona euro que cuenta con una moneda común (aunque aún no adoptada por todos los miembros). Esta unificación monetaria facilita la implementación de una moneda digital única.

Las mayores preocupaciones planteadas durante la entrevista se centraron en el potencial control que el euro digital podría ejercer sobre los ciudadanos. Ante la pregunta sobre la posibilidad de limitar gastos, imponer impuestos automáticos o incluso bloquear el uso del dinero para ciertos servicios, Oleginni reconoció que «ahí donde está el aspecto más complejo que los usuarios dudan, que es hasta dónde va a llegar el control de esto».

«¿Qué posibilidades tiene la entidad de bloquearme mi propio dinero digital? Bueno, obviamente que un dinero digital y restringido por un banco central es una pérdida de libertades. Eso no cabe la menor duda y esos son los riesgos que se corren», advirtió el consultor.

Oleggini también sugirió que la reciente política de rearme armamentístico de la Unión Europea, ante la posibilidad de conflictos, podría estar relacionada con la necesidad de blanquear aún más la economía para aumentar la recaudación de impuestos y obtener recursos a nivel comunitario. La seguridad económica y las libertades individuales en la era digital. La fase piloto del euro digital marcará un hito importante en la evolución del sistema monetario europeo y sentará un precedente para el resto del mundo.