De la Depresión al Suicidio: Los Desafíos de la Salud Mental en Navidad y Fin de Año en Uruguay
La depresión de fin de año, un fenómeno ampliamente reconocido en diversas partes del mundo, ha comenzado a generar un creciente interés en Uruguay. Aunque no constituye un diagnóstico oficial, muchas personas experimentan dificultades emocionales durante este período debido a una serie de factores que influyen en su bienestar psicológico. En una entrevista concedida a CAMBIO, la psicóloga Belén Trindade destacó que, en el contexto uruguayo, estas dificultades se manifiestan con mayor intensidad en la época de fin de año, convirtiéndose en un período especialmente difícil para aquellos que atraviesan situaciones de soledad, y aquellos que están pasando por momentos difíciles.
La psicóloga indicó que, cuando trata a pacientes con pensamientos suicidas, recomienda a los familiares que no los dejen solos. Explicó que, en esos momentos, el cerebro no siempre logra distinguir claramente entre el presente y el pasado, lo que puede generar confusión, aumentar la ansiedad y dificultar la capacidad de reflexionar con claridad. En ese estado, las personas pueden sentirse incapaces de resolver sus problemas de manera racional, lo que puede llevar a tomar decisiones de quitarse la vida.
LOS SUICIDIOS CONTINÚAN
La época de navidad y fin de año es especialmente difícil para las personas que padecen adicciones. En este período, la venta de sustancias suele ser descontrolada y, además, muchas veces quienes las rodean también consumen. Esto crea un entorno complicado para aquellos que luchan contra sus adicciones, ya que enfrentan lo que se podría llamar «pruebas de fuego» durante las fiestas, lo que incrementa las dificultades para mantenerse en recuperación.
En Uruguay, se ha registrado una tasa alarmantemente alta de suicidios entre los policías, especialmente entre los más jóvenes. Este fenómeno ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La Federación Internacional de Estudios sobre Suicidios ha solicitado información sobre el tema, pero desde la Jefatura de Policía de Salto se ha negado a recibir colaboración, argumentando que cuentan con un equipo técnico especializado para abordar la situación. Sin embargo, a pesar de este equipo, los suicidios continúan siendo un problema grave dentro de las fuerzas policiales, afectando principalmente a los agentes más jóvenes, indicó Trindade.
4 MÉDICOS PARA 80 MIL USUARIOS
La línea de prevención de suicidio, 0800 0767/*0767, está operativa las 24 horas, con técnicos disponibles en todo momento. Sin embargo, parece haber fallas en el sistema, ya que la información no siempre llega de manera efectiva. En algunos casos, se experimentan demoras en la atención, o cuando finalmente se contacta a los profesionales, es demasiado tarde.
En Salto, el patronato cuenta con cuatro profesionales, de los cuales dos son estudiantes que aún no se han graduado como psiquiatras, pero ya están trabajando, ya que los otros dos psiquiatras están jubilados. Estos cuatro profesionales deben atender a 80.000 usuarios de ASSE. En ocasiones, el sistema ha llegado a un punto de desborde, lo que ha obligado a recurrir a la policía para gestionar la situación. Muchos de estos pacientes requieren medicación para mantenerse controlados. Por ejemplo, hay pacientes con esquizofrenia que han tenido que esperar hasta tres meses para que se les ajuste la dosis de su medicación, ya que no estaba surtiendo el efecto esperado. Esta situación se repite con muchas otras patologías, lo que agrava la atención de los pacientes.
DIARIO CAMBIO