Frente a la desigualdad, educación y participación
Una experta en derechos humanos señala que, teniendo en cuenta la participación de las personas y las comunidades, los Estados deben generar políticas públicas que permitan el acceso a recursos y derechos básicos como la salud, la educación, la alimentación y la vivienda. Liliana Valiña también habla en una entrevista con Noticias ONU de la urgente necesidad de regular la inteligencia artificial.
Liliana Valiña es la presidenta del Mecanismo de Expertos sobre el Derecho al Desarrollo, un mecanismo de cinco expertos independientes del Consejo de Derechos Humanos relativamente nuevo.
Valiña acaba de pasar por Nueva York para entregar su último informe y, con ese motivo, Noticias ONU estuvo conversando con ella para que nos explique cuáles son los retos y asuntos que más obstaculizan en este momento el derecho al desarrollo y las soluciones para poder disfrutar de él.
Está muy relacionado con lo que plantea la Declaración de Naciones Unidas sobre el Derecho al desarrollo, que por una parte señala que se trata de un derecho inalienable de toda persona y de todos los pueblos. O sea, está la dimensión individual pero también la colectiva (…) (Ambos) están facultados para acceder y participar en un desarrollo que tiene toda esta dimensión social, cultural, política, económica y, aunque la Declaración no lo dice porque es de otra época, hoy en día agregamos también la medioambiental.
La idea es que a partir de esta participación (las personas y comunidades) puedan acceder a la plenitud de los derechos humanos y las libertades fundamentales, a contribuir al desarrollo y a recibir sus beneficios.
Y en este aspecto, un elemento central es el deber de los Estados generar políticas públicas que creen oportunidades, incluidas el acceso a recursos básicos y a los derechos básicos como salud, educación, alimentación, vivienda…
Esas políticas deben incluir la participación. Este es un concepto que me gustaría destacar porque lo que señala es con la participación activa, libre y significativa, no cualquier participación, sino una que se incluya (en las políticas públicas), es decir que sea una influya en la toma de decisiones para la equitativa distribución de los beneficios que da el desarrollo.
Y el otro aspecto que recoge la declaración, que también es fundamental, es que como estamos dentro de un mundo donde el impacto no es sólo sobre un país, sino que es global cuando hay dificultades para acceder al desarrollo y llegar a los objetivos estamos hablando de la necesidad de la solidaridad y de la cooperación internacional. (ONU)