Hospital de Tacuarembó adquirió un neuroestimulador espinal

Hospital de Tacuarembó adquirió un neuroestimulador espinal

En el Hospital de Tacuarembó en su Centro de Neurocirugía (CeReNeT) se implantó por primera vez en un hospital público del país, un neuroestimulador espinal para el tratamiento del dolor.

Esta técnica se utiliza sobre todo en pacientes que han quedado con dolores crónicos, invalidantes y refractarios a todo tipo de tratamientos (cirugías, medicamentos, etc) condicionando su calidad de vida.

El caso clínico de referencia es un hombre de 45 años con dolor persistente y permanente de columna vertebral. Comenzó hace 17 años con lumbalgia que se hizo crónica, agregando ciática en la evolución. Recibió un sinnúmero de intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos y terapias de alternativa, sin mejora significativa; persistiendo con lo que hoy se conoce como “síndrome de cirugía fallida de columna lumbar” o “síndrome post laminectomía”.

El neuroestimulador implantado es un dispositivo electrónico de alta tecnología que se coloca mediante un electrodo a la médula espinal y se conecta por cable subcutáneo a una batería recargable “inteligente”.

La batería es programada y envía hasta 4 tipos de señales eléctricas al sistema nervioso para interactuar con las neuronas y otras células que tienen un funcionamiento alterado en estos pacientes.

El dispositivo envía señales a la médula que bloquean la transmisión del dolor desde las piernas y la zona lumbar hacia el cerebro, disminuyendo significativamente o haciendo desaparecer el mismo, con todos los beneficios que ello implica, mejorando su calidad de vida.

De esta manera se consigue mitigar la sintomatología en pacientes donde todos los otros tratamientos han fallado.

Esta patología afecta a millones de personas en el mundo y se estima que este número irá creciendo.

La intervención fue realizada por el Dr. Federico Salle (neurocirujano del CeReNeT) y su equipo. Se especializó en París, Francia en este tipo de técnicas quirúrgicas de avanzada. El mismo destacó: “Fue posible realizarlo gracias a la infraestructura con la que cuenta este centro hospitalario, con salas de operaciones con equipamiento de última generación y un grupo de anestesiólogos, técnicos, instrumentistas, enfermeras con alta experticia y compromiso, que nos hace sentir orgullosos de pertenecer al mismo”.

Luego de 24-48 horas de la intervención, el paciente tuvo una gran mejoría, con desaparición casi completa del dolor que le permitió por primera vez en años dormir toda la noche, levantarse y caminar sin apoyo de ningún tipo; manifestando que se encontraba muy feliz, porque “la operación me cambió y me devolvió la vida”. (EL AVISADOR)